En el mundo de los comercios físicos hace falta atraer la atención de los consumidores que visitan nuestras tiendas hacia aquellos productos que buscamos vender más que el resto.

Por supuesto, lo ideal sería que todos los productos se vendieran igual de bien sin necesidad de promocionarlos o darles una visibilidad extra en los lugares de venta.

Pero un comercio tiene que invertir en promocionar ciertos productos para que los consumidores se fijen en ellos y aumentar las ventas de ese artículo o servicio en cuestión.

Por ejemplo, un comercio puede querer aumentar el ritmo de ventas de una línea específica de productos porque:

  • Se trata de un producto temporal que sólo se consume en determinadas fechas.
  • Se acerca la fecha de caducidad y se necesita darle salida pronto.
  • Se necesita aumentar el espacio de almacenamiento disponible en la tienda mediante la venta del stock actual.
  • Aumentar las ventas naturales que se dan en épocas donde un producto es más demandado como las Navidades o la llegada de la época escolar y los artículos relacionados al estudio como mochilas o cuadernos.
  • Aprovechar un evento o una tendencia de consumo temporal debido a la popularización de un producto por ser representativo de un programa televisivo muy visto.

Ahora bien, hay que tener presente que existen distintos tipos de expositores entre los que poder elegir, cada uno con sus puntos fuertes y pensados para una clase de producto diferente.

Aunque hay más tipos de expositores disponibles para elegir, en estos momentos vamos a centrarnos en los dos más utilizados a nivel comercial: el expositor de cartón y el expositor de metal.

Los dos tipos de expositores que predominan en los locales comerciales y negocios son los expositores de cartón y de metal, cada uno de ellos disponible en distintos tamaños según las dimensiones de los productos a promocionar y del espacio que se busque cubrir con el expositor.

Más allá de los tipos de expositores… ¿Qué tamaño elijo?

Dicho de una manera simple, el que mejor se adapte a las dimensiones del producto en cuestión y encaje con la ubicación física en la tienda.

A mayor cantidad de productos contra los que competir por la atención del consumidor, mayores dimensiones y más llamativo tendrá que ser el expositor, independientemente de que sea de cartón o de metal.

Si en cambio el expositor estará situado en una zona donde el potencial comprador tenga pocos estímulos visuales con los que distraerse como la caja registradora, los expositores pequeños serán más que suficiente para lograr aumentar las ventas de sus productos.

¿Qué diferencia un expositor de cartón de uno de metal?

Aunque a simple vista pueda parecer que su principal diferencia sea la inversión necesaria para adquirir uno u otro, existen varios factores a tener en cuenta antes de elegir entre estos dos tipos de expositores.

Ambos son eficaces para aumentar el número de ventas y favorecer la rotación de stock de una tienda, pero cada uno tiene sus propias características que lo vuelven una opción adecuada para un cierto tipo de producto u objetivo comercial. Estos son los puntos fuertes más importantes para elegir entre los dos tipos de expositores publicitarios más utilizados en la actualidad.

 

Características de los expositores de cartón

  • Económicos: Al estar hechos de cartón, este tipo de expositores son los más baratos que existen al mismo tiempo que siguen resultando una opción atractiva y resistente al desgaste.
  • Resistente al peso: A pesar de ser de cartón, su estructura interna y la calidad del material permiten que sea capaz de soportar un peso aceptable y en perfectas condiciones durante un tiempo prolongado aunque acabará por deteriorarse con el paso del tiempo.
  • Temporales: Como acabamos de mencionar, los expositores de cartón, a pesar de ser resistentes, tienen una vida útil relativamente corta. En la práctica, la duración de los expositores de cartón es de 8 meses con un buen cuidado.
  • Fáciles de trasladar: Dado el material con el que están construidos, un expositor de cartón es liviano y esto permite que sea posible moverlo por la tienda a diferentes zonas para comprobar donde tiene un mayor impacto en las ventas.
  • Fáciles de almacenar: Además de que el peso del cartón es muy bajo, cuenta con la facilidad de que permite que el expositor pueda desmontarse y guardarse sin ocupar apenas espacio en la tienda hasta que se vuelva a querer utilizar en otra campaña publicitaria en el futuro.
  • Reciclables: Aquellos negocios que deseen destacar por su conciencia ecológica, cuentan con los expositores de cartón con un aliado puesto que sus cartones son reciclables una vez que termine su vida útil.

Características de los expositores de metal

  • Mayor precio: Comparado con su competidor más directo, el expositor de metal necesita una mayor inversión, pero lo merece con creces para aquellos negocios que busquen una alternativa a largo plazo.
  • Permanentes: Una de sus características más favorables es su duración, los expositores metálicos son permanentes y duran años en perfectas condiciones. Algo que supone un ahorro a largo plazo cuando se desea utilizar expositores con mucha frecuencia en un local.
  • Resistentes: Gracias al material empleado, los expositores metálicos están pensados para soportar productos grandes y pesados sin que ponga en peligro su integridad estructural.
  • Tamaño medio-grande: Los expositores metálicos están diseñados para ser llamativos y resistentes, por lo que son de un tamaño medio o grande según el diseño elegido por cada tienda.
  • Estáticos: Tienen un peso mayor al del cartón debido a los materiales metálicos utilizados y que son grandes expositores, lo que los hace más difíciles de mover a distintos puntos de la tienda, aunque sigue siendo posible.
  • No reciclables: A diferencia de los de cartón, estos expositores son no reciclables aunque puesto que están pensados para ser expositores permanentes dentro de la tienda durante años, no habrá necesidad de deshacerse de un expositor metálico durante muchos años o incluso una década o más si está bien cuidado.