Cuando una empresa quiere aumentar las ventas de una determinada línea de productos su mejor opción es recurrir a una estrategia de ventas y de publicidad que anime a los consumidores a hacerse con ese producto.

En el mundo del marketing, a esto se le conoce como publicidad en el lugar de venta o PLV y su objetivo es lograr que el consumidor se sienta atraído por las ofertas y por los expositores que se encuentran tanto dentro del propio comercio como en su fachada exterior para atraer más potenciales compradores al interior de la tienda.

Existen muchas alternativas distintas de utilizar los PLV en función del negocio y el presupuesto que esté disponible para la campaña de publicidad en el lugar de venta que se quiera hacer.

Por ejemplo, mientras que algunos negocios quieren fomentar las ventas en los propios pasillos donde se encuentran otros productos complementarios al que está promocionado con publicidad en el lugar de venta para favorecer que se consuma ese artículo con más facilidad, otros comercios podrían preferir centrar su estrategia en crear un PLV en los mostradores.

De esta forma, cuando los consumidores estén a punto de finalizar su compra, se encontrarían con los artículos promocionados para así aumentar su exposición e incrementar las ventas con esta estrategia publicitaria.

A grandes rasgos, los PLV más utilizados por los comercios se dividen en dos categorías.

  • En función del tamaño que ocupen los expositores PLV: Grandes, medianos o pequeños.
  • En función del material utilizado en el PLV: Cartón o metal.

 

¿Cuál es el tamaño ideal de un PLV para una tienda?

Esto es subjetivo y dependerá del producto y la distribución en la tienda de los distintos expositores que se tengan como publicidad en el punto de venta.

Para los productos de gran tamaño, o los situados en una zona muy amplia, los PLV que sean de mayores dimensiones serán los más adecuados ya que presentarán mejor los productos y al mismo tiempo captarán más la atención de los consumidores, puesto que un PLV de menor tamaño podría pasar más desapercibido al tener que competir visualmente con el resto de los productos de las estanterías del local.

En cambio, cuando hay pocos productos contra los que competir o el espacio disponible es más limitado, la publicidad en el lugar de venta que será más eficaz será la de un PLV de tamaño intermedio o pequeño.

Por ejemplo, en los mostradores donde se cobrará a los clientes tendrá sentido usar un PLV de cartón de pequeñas dimensiones mientras que en un gran pasillo lo ideal sería un PLV de metal o cartón de gran tamaño para destacar sus productos e incrementar sus ventas.

 

¿Cuándo es mejor usar PLV de cartón?

La publicidad en el lugar de venta de cartón es la más popular tanto para los comercios que cambian con frecuencia sus campañas publicitarias, como por aquellos que cuentan con un presupuesto limitado y buscan reducir costes, pero sin sacrificar calidad en el proceso.

Los PLV de cartón tienen una vida útil que, gracias a la calidad del cartón usado y un buen cuidado, puede llegar a superar el medio año en buenas condiciones. Lo que los convierte en una alternativa económica pero duradera en el corto plazo para aquellas promociones temporales que se quieran hacer.

Son perfectos para productos ligeros de peso.

 

¿Cuándo es mejor usar PLV de metal?

Si los productos que la empresa desea promocionar tienen un peso que deba ser tenido en cuenta, entonces la mejor alternativa que se puede elegir es un PLV de metal.

Aunque el cartón sea un soporte fantástico para la gran mayoría de productos debido a contar con una estructura interna resistente al peso, su vida útil se verá acortada si tiene que soportar un peso considerable.

En estos casos, los PLV de metal son la opción recomendada ya que su vida útil será muchísimo más alta. Después de todo, los expositores de metal están pensados para durar años en un estado perfecto.

Esta opción también es la adecuada para aquellas empresas que buscan tener publicidad en el lugar de venta de manera permanente puesto que el metal será capaz de mantenerse en perfectas condiciones durante años.

Los expositores de metal se pueden reutilizar en distintas campañas promocionales durante años con tan sólo cambiar las impresiones y el material gráfico que puedan tener en el momento de su compra si así lo hemos elegido.

Bastará con cambiar su impresión, pegando otra encima, para que se pueda utilizar el mismo PLV de metal durante años sin tener que reinvertir en otro.