Las nuevas normativas asociadas al sector del envase tienen un reto muy claro: conducirnos hacia el desarrollo de una economía circular y, en efecto, frenar el cambio climático.

En 2025, al menos el 65% de todos los envases deberán ser reciclables, tal y como señala el Nuevo Proyecto Real Decreto de envases y residuos.

Frente a este cambio de paradigma, son muchas las empresas que se preguntan qué características técnicas deben cumplir el packaging de su producto. ¿Tiene que ser reciclable, biodegradable o compostable?

¿Cuál es la diferencia entre reciclable, biodegradable y compostable?

Empezaremos aclarando qué entendemos por envase reciclable, biodegradable y compostable, con el fin de descubrir sus principales diferencias.

Envase reciclable:

Un envase reciclable es aquel que tiene la capacidad de reutilizarse mediante un proceso de transformación. Gracias a ello, se fomenta la circularidad de los materiales y el desarrollo sostenible.
En este sentido, el cartón es considerado uno de los materiales con mayor porcentaje de reciclabilidad. Su tasa actual de reciclaje en Europa se sitúa al 84,5%, con el objetivo del 90% en 2030.
Además, es un material con un largo ciclo de reciclabilidad, pudiéndose reciclar hasta 25 veces sin perder su integridad.

Envase biodegradable:

Entendemos por envase biodegradable cuando este se ha producido con materiales aptos para descomponerse de forma natural, es decir, por una descomposición orgánica en el medio ambiente.
El cartón, al ser un material básicamente de celulosa, tiene la capacidad de descomponerse en 1 año. Esto le sitúa al frente de otros materiales como el plástico, con un tiempo de descomposición de hasta 1.000 años, o el vidrio, de 4.000 años.
Para que un producto pueda ser considerado biodegradable. Principalmente, el 90% de su material debe ser biodegradable.

Envase compostable:

Un envase se considera compostable cuando tiene la capacidad de transformarse en abono mediante un proceso controlado.
A diferencia del envase reciclable, que se renueva para una nueva utilización, el compostable puede utilizarse como un fertilizante natural.

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